viernes, 21 de febrero de 2014

Vendí mi duelo a ese mal whisky
y amanecí  vestida de ignorancia
permute en el bar por una copa
 mi escasez y mi memoria en danza

Y ese whisky trasnochado
viejo, seco y  amargado
transporto la silueta de un anhelo
de ese anhelo no llorado
y se hizo vacío en el vaso
y el horizonte fue transparente
la tarima donde apoyarnos.

Y las babas por la boca
nos tacharon de necio ingenuo
desterraron todo el prestigio
nos durmieron y a ojos cerrados
inundaron todos los sueños
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario